• El comité competente del Europarlamento apoya la casi total eliminación progresiva de los camiones diésel

    El Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo respalda los objetivos de reducción de emisiones de CO2, pero pide que la regulación se amplíe a más tipos de camiones.

    El Comité de Medio Ambiente (ENVI) del Parlamento Europeo ha respaldado los planes de la Comisión Europea para reducir drásticamente las emisiones de CO2 de los vehículos pesados. Los eurodiputados han votado a favor de reducir las emisiones medias de los nuevos camiones de mercancías en un 45% en 2030 y un 90% en 2040. Para 2035, el objetivo acordado por ENVI es del 70%, por encima del 65% propuesto por la Comisión Europea. También se aprobó que la normativa debe ampliarse para incluir una serie de camiones que la Comisión ha propuesto eximir, como son los camiones de basura y los dedicados a la construcción, así como a los pequeños camiones que circulan por nuestras ciudades, que en conjunto suponen el 20% de las ventas de vehículos pesados.

    Carlos Bravo, responsable de transporte de mercancías de T&E en España, declaró: “Los eurodiputados han redoblado el apoyo de los ministros europeos de Medio Ambiente al proyecto de objetivos de reducción de emisiones, pero han dejado claro que no quieren que una quinta parte de los camiones contaminantes escape a la regulación. Está surgiendo claramente un amplio consenso entre los legisladores de que estos objetivos mejorados son el mínimo necesario para que el sector del camión se descarbonice”.

    Según los eurodiputados, los fabricantes deberían mejorar las emisiones de sus camiones remolque en un 12,5% en 2030, un objetivo ligeramente inferior al propuesto por la Comisión. Un objetivo específico para este tipo de vehículos ayuda a reducir la energía necesaria para tirar del remolque, asegurando que los camiones de emisiones cero puedan conducir aún más lejos.

    El Comité ENVI ha reafirmado el criterio de la Comisión Europea y del Consejo de ministros de Medio Ambiente de rechazar incluir coladeros para que camiones pudiesen funcionar con biocombustibles y electrocombustibles (e-fuels). La mayoría de los biocombustibles son insostenibles y los electrocombustibles son necesarios para sectores difíciles de descarbonizar mediante la electrificación directa (opción mucho más eficiente desde el punto de vista energético) como son la aviación y el transporte marítimo. El uso de electrocombustibles aumentaría el Coste Total de Propiedad (TCO, en inglés) de los camiones hasta un 50%, incluso si se produjeran en las condiciones más favorables. Además, estos combustibles sintéticos siguen emitiendo contaminantes atmosféricos tóxicos perjudiciales para la salud humana.

    “Los legisladores han vuelto a rechazar los intentos de la industria petrolera de diluir los objetivos climáticos para la descarbonización del sector de los camiones y otros vehículos pesados. Un coladero legal en la normativa para permitir el uso de los biocombustibles y los electrocombustibles favorecería la entrada en el parque de camiones del mayor número posible de vehículos de propulsión fósil en las próximas décadas y mantendría alta la demanda de combustibles fósiles. Pedimos al Pleno del Parlamento que mantenga la puerta cerrada a estos combustibles Frankenstein“, añadió Carlos Bravo.

    El Parlamento Europeo decidirá en su sesión plenaria del 21 o 22 de noviembre su posición final sobre las normas de CO2 para vehículos pesados.