• El auge de los vuelos privados dispara las emisiones de CO2

    El impacto medioambiental que generan estos vuelos ha llevado a exigir la prohibición de los aviones privados con combustibles fósiles en Europa para 2030 Las emisiones de CO2 de los aviones privados en Europa aumentaron en casi un tercio (31%) entre 2005 y 2019, un crecimiento más rápido que el de las emisiones de la aviación comercial, según un nuevo informe del grupo ecologista Transport & Environment (T&E).

    El informe Private jets: can the super-rich supercharge zero emission aviation? [Aviones privados: ¿grandes fortunas para costear una aviación libre de emisiones?] revela el impacto climático de la aviación privada en Europa. El informe concluye que los aviones privados son 10 veces más intensivos en carbono que los aviones de pasajeros por término medio, y 50 veces más contaminantes que los trenes.[1]

    Según los resultados, las emisiones de un vuelo privado de cuatro horas equivalen al total de emisiones de una persona media al año. Sin embargo, T&E señala que los propietarios de aviones privados, con un patrimonio de 1.300 millones de euros de media,[2] pueden ser parte de la solución si son ellos quienes financian el desarrollo de tecnologías más ecológicas que contribuyan a acelerar la innovación y los vuelos limpios para todos.

    El estudio hace hincapié en que el uso de los aviones privados durante el año pasado se mantuvo constante a pesar de la pandemia. En agosto de 2020, mientras la mayoría de los europeos seguían en tierra y los vuelos comerciales registraban una caída del 60% interanual, el tráfico de aviones privados había vuelto a los niveles anteriores a la pandemia. Un operador informó de un aumento del 11,3% en las ventas de vuelos privados solo en julio de 2020.[3]

    Spanish-202105_privatejets_6_emissions_sector_covid_pr (2)

    Según Andrew Murphy, Director de Aviación en T&E: «A pesar de que volar en un avión privado es probablemente de las peores cosas que se pueden hacer por el medio ambiente, los supercontaminadores más ricos siguen volando como si la crisis climática no existiera. La única ventaja que esto ofrece es que el mercado de los aviones privados reúne las condiciones idóneas para contribuir a que la aviación viva su “momento Tesla” y que los aviones de hidrógeno y eléctricos pasen a ser una realidad». 

    Otras conclusiones del informe:

    • Siete de las diez rutas más contaminantes que utilizan los aviones privados dentro de Europa se encuentran en el eje Reino Unido-Francia-Suiza-Italia.
    • Los aviones privados procedentes del Reino Unido y Francia son la mayor fuente de contaminación, ya que en conjunto representan más de un tercio (36%) de las emisiones de los vuelos privados en Europa.
    • Uno de cada diez vuelos que salen de Francia son aviones privados, la mitad de los cuales recorren menos de 500 km.

     

    A pesar de su desproporcionado impacto sobre el clima, los aviones privados no están sujetos a impuestos en la mayoría de los países europeos debido a las exenciones del sistema de precios del carbono de la UE (RCDE UE) y a que el queroseno sigue sin estar gravado.

    T&E calcula que un impuesto sobre el combustible para aviones que se calcule proporcionalmente a las distancias de vuelo podría recaudar 325 millones de euros si se aplicara a todos los vuelos que salen de la UE y el Reino Unido. El informe sugiere que los ingresos recaudados de este modo podrían utilizarse para acelerar la descarbonización del sector de la aviación.

    Andrew Murphy lo explica así: «La buena noticia es que estos trayectos cortos son objetivos idóneos para la sustitución de las tecnologías convencionales por tecnologías limpias como los aviones eléctricos y de hidrógeno. Es urgente que los responsables políticos europeos empiecen a gravar los aviones privados que utilizan combustibles fósiles y que prohíban su uso en 2030. Los ingresos recaudados de las grandes fortunas podrían invertirse en tecnologías más ecológicas para promover una aviación libre de emisiones para todos».

    Mientras el sector de la aviación se prepara para reabrirse tras los confinamientos europeos, su impacto medioambiental se ve sometido a un control cada vez más estricto. Francia ha prohibido recientemente algunos vuelos internos de corta distancia y el Reino Unido está desarrollando su propio marco de emisiones de la aviación, además de acelerar su objetivo de reducción de emisiones antes de acoger la Cumbre del G7 en junio de 2021.

    El informe propone tres recomendaciones para avanzar en la descarbonización del sector y mitigar el desproporcionado impacto climático que conlleva el uso de aviones privados:

    1. Hidrógeno y electricidad: Para 2030, los únicos aviones que deberían estar autorizados para operar en vuelos de menos de 1.000 km dentro de Europa deberían ser aviones alimentados con hidrógeno verde o eléctricos.[4]
    2. Quien contamina paga: Hasta su prohibición en 2030, debería imponerse una combinación de precio efectivo del carbono, impuestos sobre el combustible y tasas de vuelo a los aviones privados que utilizan combustibles fósiles, en función de la distancia de vuelo y el peso de la aeronave, de manera que respondan por su desproporcionado impacto climático.
    3. Transporte alternativo: Las empresas y los particulares deben comprometerse a reducir sustancialmente el uso de aviones privados. A medida que surjan nuevas tecnologías, deberían prohibirse aquellos vuelos para los que existan alternativas que no incrementen la duración del viaje en más de dos horas y media.

    Notas:
    [1] CO2 emitido por pasajero y por kilómetro.
    [2] Página 5 – https://www.vistajet.com/globalassets/documents/jettravelerreport.pdf
    [3] https://privatejetcardcomparisons.com/2020/08/03/globeair-reports-a-record-busting-july-for-private-jet-flights-in-europe/
    [4] T&E pide a los reguladores que solo autoricen aviones propulsados con hidrógeno verde o electricidad para los vuelos de aviones privados de menos de 1.000 km dentro de Europa para 2030. Además, se debería obligar a las principales compañías de aviones privados a firmar contratos de compra de energía con proveedores de queroseno sintético para todos los vuelos.