Avanzar en la descarbonización del transporte y cumplir con los objetivos marcados por Europa debe ser una prioridad para España, no sólo para liderar la transición ecológica sino para asegurar su independencia estratégica y priorizar la competitividad. Este ha sido el mensaje que han querido trasladar las organizaciones ambientales T&E y ECODES en una carta enviada a la Comisión de Industria y Turismo del Congreso de los Diputados en vistas del debate previsto para mañana 25 de junio sobre la Proposición No de Ley (PNL), presentada por el Grupo Parlamentario Popular el 13 de junio de 2025, relativa a un Plan para la Automoción en España.
En la misiva se ha señalado los pasos atrás que supone seguir apostando por tecnologías que prolongan nuestra dependencia de los combustibles fósiles, que en el contexto geopolítico actual no solo supone un riesgo significativo para la autonomía estratégica de España sino un freno en la mejora de la competitividad y una medida que quebrantaría la posición de liderazgo de nuestro país en el uso de energías renovables y limpias. Supondría poner en jaque la creación estimada de entre 253.000 y 348.000 empleos anuales durante la década y un ahorro acumulado superior a 67.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles previstos por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, gracias al avance de las energías renovables en el consumo final de energía y al proceso de descarbonización del parque automovilístico nacional.
Según estas organizaciones, “seguir apostando por tecnologías que mantienen el uso de combustibles fósiles no sólo retrasaría la consecución de objetivos de reducción de emisiones contaminantes y de mejora de la calidad del aire establecidos en la normativa de obligado cumplimiento sino que manda un mensaje confuso a la sociedad al no apostar de manera firme y decisiva por el uso de tecnologías cero emisiones”. Además, impide a los fabricantes de automóviles alcanzar economías de escala, ya que sus inversiones quedarían dispersas, lo que lastraría su competitividad.
Por otro lado, las organizaciones advierten de que la PNL identifica correctamente la necesidad de implementar reformas fiscales para catalizar la modernización del parque automovilístico. No obstante, la aplicación de dicha reforma contempla todas las tecnologías. Desde las organizaciones destacan que “si ponemos el foco en aquellos países que presentan mejores cifras de descarbonización del transporte la clave de su éxito radica en que discriminan por tipología de vehículos y solo incentivan a aquellos vehículos eléctricos enchufables”.
La esencia del Pacto Industrial Limpio de la UE reside en la promoción de una industria europea descarbonizada, competitiva y sostenible. Este pacto persigue acelerar la transición ecológica a través de la implementación de tecnologías limpias, energías renovables y principios de economía circular. Las normativas europeas, tales como los reglamentos de reducción de emisiones para vehículos (coches, furgonetas y camiones), son de obligado cumplimiento y prevalecen sobre el derecho de los Estados miembros, por lo que según las organizaciones firmantes hay que dar un paso al frente en vez de dos atrás.
Para que España pueda asumir un rol de liderazgo y posicionarse estratégicamente en el ámbito europeo, resulta imperativo que priorice las inversiones en tecnologías que garanticen su independencia energética y le permitan liderar las exportaciones. Ello no solo abarca la cadena de valor de los vehículos (terrestres, marinos o aeronaves), sino también sus futuras fuentes de energía, es decir, de la electricidad en el transporte terrestre y el hidrógeno en el caso del transporte marino y la aviación, en detrimento de los biocombustibles.
Así pues, T&E y ECODES consideran preocupante el rumbo que la PNL presentada por el PP propone para España para los próximos años. Consideran que entra en contradicción con la carta enviada hace un año al Gobierno y que contó con el respaldo de ANFAC, AEDIVE, Faconauto y Ganvam, para animar y acompañar al Ejecutivo en el impulso de la movilidad eléctrica e incrementar la penetración del vehículo eléctrico en España. La tan esperada hoja de ruta para la automoción en España puede propulsar a España a la cabeza en electromovilidad - o relegar al país a la cola de Europa.
