Electrificación de coches en España
Lograr un sistema de transporte neutro en carbono en 2050 supone vender sólo coches de cero emisiones a partir de 2035, a más tardar. Hoy en día, la tecnología de cero emisiones más óptima, eficiente y práctica de la que disponemos son los coches eléctricos de batería.
Los análisis de ciclo de vida muestran que los coches eléctricos en Europa emiten, por término medio, casi tres veces menos CO2 que los coches de gasolina o diésel equivalentes.
Una transición necesariamente justa y sostenible
Esta transformación a la movilidad eléctrica es necesaria y urgente, pero debe cumplir la condición de ser sostenible y de no dejar a nadie atrás. Esto supone modernizar la fiscalidad, incrementar el volumen de producción, captar más modelos BEV para las fábricas españolas, desarrollar nuevos componentes de mayor valor añadido en España, adaptar las cadenas de suministro, desarrollar redes de recarga accesibles en todo el país y garantizar que las baterías se produzcan de forma sostenible.
Al mismo tiempo, es necesario establecer objetivos ambiciosos para los fabricantes de automóviles a fin de garantizar que reduzcan las emisiones medias de los coches nuevos vendidos. Su objetivo actual es una reducción del 15% para 2025, sobre la base de los niveles de 2021. Para superar el desafío de evitar un cambio climático catastrófico, los últimos coches emisores deben ser retirados de la carretera antes de 2050. Esto sólo sucederá gracias a la prohibición de la venta de coches con motores de combustión interna en 2035 como muy tarde.
Para garantizar que la transición a la electromovilidad sea lo más sostenible y socialmente justa posible, en Europa tenemos la capacidad de garantizar que la cadena de suministro de baterías sea ecológica, ética y líder en el mundo. España debería apoyar iniciativas europeas en ese sentido, ya que los avances en la tecnología de las baterías y el reciclaje permiten reducir considerablemente la cantidad de materias primas necesarias. Mientras tanto, las nuevas normas de la UE abordarán la preocupación por los posibles abusos de los derechos humanos relacionados con la extracción de materias primas para baterías.
La electrificación de flotas como objetivo con gran potencial a corto plazo
Las flotas de empresas son el elemento catalizador de la descarbonización del transporte por carretera. Los coches de empresa representan en España el 37% de los coches nuevos vendidos (en 2019). Al conducirse más que el vehículo particular, son responsables de inflar las emisiones de la media de los coches nuevos que circulan. Conforme al Pacto Verde europeo, el dinero público debe usarse para reducir las emisiones, en este caso a través del cambio a flotas de empresas de cero emisiones, en lugar de aumentar las emisiones subsidiando flotas que circulan con combustibles fósiles. La rápida electrificación de las flotas corporativas también favorecerá y acelerará la creación de un mercado de BEV de segunda mano y, por lo tanto, facilitará que estos vehículos sean más asequibles. Por todos sus beneficios, económicos, sociales y medioambientales, la electrificación total de las flotas debería lograrse a más tardar en 2030.
Pero esta electrificación tiene que ir acompañada necesariamente del despliegue masivo y rápido de infraestructura de recarga durante la próxima década, para que los conductores puedan recargar sus vehículos sin ningún problema por todo el territorio nacional.