Road in spain
  • Transport & Environment trabajará para mejorar el Anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible

    Esta ley debería convertirse en una norma fundamental para asegurar la descarbonización del transporte, sector que es el principal emisor de emisiones de CO2 en España

    Tras su presentación en el Consejo de Ministros de hoy, el Gobierno ha dado el pistoletazo de salida para la tramitación del muy esperado anteproyecto de la Ley de Movilidad Sostenible. Transport & Environment (T&E) se congratula por el inicio de la tramitación de este texto legal y trabajará para mejorar su contenido, ya que considera que debería ser una norma fundamental para asegurar la descarbonización del transporte, sector que es el principal emisor de emisiones de CO2 en España. 

    En efecto, según los propios datos del Gobierno el sector transporte representa el 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España y casi el 40% de las emisiones de los sectores difusos. Por modos de transporte, la carretera representa casi el 95% de las emisiones. Por lo tanto, es extremadamente urgente reducir las emisiones de este sector y realizar una transición completa hacia la movilidad sostenible.

    “La electromovilidad es la forma más eficiente de descarbonizar el transporte por carretera”, aseguró Isabell Büschel, Directora de T&E en España. “Para acelerar la transición hacia la electromovilidad es fundamental que el Ejecutivo apoye la propuesta de la Comisión Europea de poner fin a la venta de nuevos coches y furgonetas de combustión interna en el año 2035. Apoyar esta iniciativa, junto con objetivos intermedios de reducción de emisiones ambiciosos, será la clave para que el coche eléctrico sea asequible para la gran mayoría de la población en tan solo unos pocos años”, añadió Büschel. 

    La electromovilidad es la mejor opción también para lograr la descarbonización del transporte de mercancías por carretera. T&E aplaude que el Gobierno haya dado ayudas para la compra de camiones eléctricos y haya excluido de esos incentivos al gas natural, un combustible fósil con más huella climática que los combustibles fósiles convencionales y por lo tanto alternativa completamente insostenible, cuyo uso sólo empeoraría nuestra actual dependencia energética de otros países. 

    Una movilidad eléctrica alimentada por un fuerte despliegue de energías renovables será el gran motor de nuestra economía y una importante salvaguarda frente a amenazas externas, tanto a nivel económico y militar como ambiental. Porque no debemos olvidar que el cambio climático es y sigue siendo la mayor amenaza de nuestros tiempos.

    Tampoco podemos caer en la trampa de soluciones tecnológicas de descarbonización que simplemente responden a intereses económicos empresariales y no a una verdadera sostenibilidad. Una postura de neutralidad tecnológica en la que no prioricemos las mejores tecnologías para alcanzar las cero emisiones con el mejor impacto posible sería un gran error. Por ejemplo, los mal llamados “ecocombustibles” serían tremendamente ineficientes desde el punto de vista energético y de costes para la descarbonización del transporte por carretera.

    Una de las novedades positivas del texto es que por primera vez se considera la movilidad limpia y saludable como un derecho social. Para T&E esto es un paso de gran importancia para empezar a reflejar la gran desigualdad que existe en materia de accesibilidad al transporte limpio en nuestro país. Por eso desde Transport & Environment defendemos que la movilidad sostenible debe llegar a toda la población cuanto antes. 

    Celebramos que el anteproyecto de la nueva legislación fomente el transporte a demanda y la movilidad compartida, dos soluciones que pueden facilitar el uso de la movilidad eléctrica en áreas rurales y reducir el impacto del vehículo particular en las ciudades. También hace hincapié en las zonas de bajas emisiones, la herramienta fundamental para reducir las emisiones del transporte en las ciudades de acuerdo con el PNIEC y cuya implementación debería ir acompañada de una regulación vinculante de mínimos y de una reforma de las etiquetas.

    Hay un importante margen de mejora en el texto en el que se deberá de trabajar durante la fase de consulta pública, pero el anteproyecto de la Ley de Movilidad Sostenible supone un primer paso muy importante hacia la descarbonización de este sector y hacia la mejora de la calidad de nuestra movilidad.